Guion para película "MITÓMANO"

 “MITÓMANO” 

Mediodía, en un instituto, concretamente en el patio de éste. Alumnos, profesores y padres están llorando la pérdida de los seis estudiantes de ese centro que hacía poco tiempo se habían suicidado con un minuto de silencio. Se ven distintos planos donde hay padres, profesores del centro y amigos de las víctimas tristes.      Se ve un primer plano de Leire, una de las alumnas de la escuela, observado con horror aquella escena en el patio.      Es la hora del recreo, los cinco amigos Leire, Enrique, Luis, Carla y Esteban están sentados en uno de los bancos del instituto.

Se escucha solo una pista de música melancólica                Banda sonora y algunos murmullos de quienes no respetaban el minuto de silencio.       -CARLA: La verdad es que lo de los seis suicidios estos... No me parece mucha casualidad, como dice la policía o algunos profesores.   -ESTEBAN: Ahora me dirás que te crees esas historias antinaturales que se están contando. Eran seis locos que les dio por matarse y punto.

Esteban empieza a ponerse un poco alterado, no le gusta hablar de esos temas, al igual que Leire, que tampoco está disfrutando mucho de la conversación.

-ENRIQUE: Claro que sí. Y como me explicas lo de que hayan ocurrido todos en menos de un mes, y en la misma ciudad y en el mismo instituto.  -LUIS: Seguro que prefirieron suicidarse a tener que dar más clases con el maestro de matemáticas sustituto.  -CARLA: No bromees con esas cosas.  -ENRIQUE: Mirad, lo que yo he escuchado decir es que los que se han matado habían estado sintiéndose vigilados, o eso es lo que les decían a sus amigos.  -CARLA: ¿A qué te refieres? ¿En plan que les acosaban o algo así?  -ENRIQUE: Pues más o menos. Escuché que a veces sus móviles funcionaban solos, y que creían que alguien les seguía o algo así.  -ESTEBAN: Solo te falta decir que te crees lo que dicen de que son fantasmas.  -ENRIQUE: Que va, yo solo os comento lo que he escuchado.  -LUIS: Pues yo si me creo eso de que podrían ser cosas sobrenaturales.

Leire está con la mirada preocupada y perdida, sin decir una palabra. Parece nerviosa y sus amigos se percatan de ello.     Leire sigue alterada.        Todos se quedan estupefactos. No saben cómo reaccionar sus amigos, y Leire sigue con la mirada perdida.

CARLA: Eso es porque siempre estás con esas mierdas de fantasmas y cosas paranormales.  LUIS: No son mierdas. Lo que he oído es que las víctimas habían perdido la cabeza por escuchar voces y vivir cosas antinaturales.  -ESTEBAN: ¿Qué cosas?  -LUIS: Y yo que sé.          -CARLA: Oye Leire, ¿estás bien?  -LEIRE: Si, sí. Estoy bien.  -LUIS: Qué pasa, ¿es que te pone nerviosa hablar de estos temas...  -LEIRE: Creo que me está ocurriendo algo parecido.      -LEIRE: Llevo unos días sintiéndome vigilada, noto como que alguien me sigue, es como una sensación. Nunca he llegado a ver a nadie, pero sé que me observan.  -ESTEBAN: Leire, déjate de coñas.   -ENRIQUE: Leire, no nos vas a asustar con esa broma.

+ 

Leire mira a Carla un tanto enfadada, al igual que Luis.    No sabían cómo reaccionar.        Llega una notificación al móvil de Leire. Esta abre el mensaje y ve que alguien anónimo le ha enviado una foto de ellos mismos sentados en el mismo banco el día anterior. Leire les muestra a sus amigos la foto del mensaje.                  Esteban señala hacia una estatua que está en el patio.  Todos están bastante alterados, excepto Enrique, que se encuentra más pasivo.

CARLA: Mejor para, Leire, tú no eres de hacer bromas sobre estos temas, eso déjaselo al tonto del Luis.  -LEIRE: (Preocupada) No estoy de broma.    Se produce un silencio al no saber cómo reaccionar, el cual se rompe con una notificación del móvil de Leire. Comienza una música de tensión que va   in crescendo.           ESTEBAN: Me estoy poniendo nervioso.  CARLA: ¿Esa foto es ahora? ¿Quién nos la ha sacado?  LUIS: ¡Joder, de dónde viene la foto!  ESTEBAN: No seáis estúpidos, esa foto es de ayer. ¿No veis que llevamos otra ropa? Y no estéis tan nerviosos. La foto parece sacada de aquella zona, donde está la estatua del tío ese.

Se disponen a acercarse a la estatua, pero suena la sirena y vuelven a clase.      Terminan las clases y Carla, Luis y Leire se ven como de costumbre cerca de la estatua de Antonio León Ortega para volver juntos a sus casas.  Cuando Luis se agacha para atarse los cordones del zapato derecho, desde su perspectiva ve algo extraño en un lado de la estatua.            Leire mira al lugar donde está mirando Luis, pero no ve nada.    Luis se acerca a la estatua y encuentra lo que parece una microcámara.    Leire mira con extrañeza el aparato.

LUIS: Un momento, no os vayáis todavía. (Se agacha para atarse los cordones)          Comienza una música de misterio.  -LUIS: ¿Eso que es?  -CARLA: ¿Qué es qué?  -LUIS: No, nada, da igual. Venga, vámonos.  -LEIRE: No, dinos que pasa. ¿Qué has visto?    LUIS: Es que no sé qué es.      LUIS: Ostras.  CARLA: ¿Qué pasa?  LEIRE: ¿Y esto que es?  LUIS: Leire, ya sé que no sabes mucho de tecnología, pero se nota que es una microcámara.

Leire se enfadó un poco por la contestación de Luis.                                          Pasa el día, y en el recreo Luis, Carla y Leire les piden a sus otros dos amigos que traten de ver el almacenamiento de la cámara.

LEIRE: ¿Y tú qué sabes si se de tecnología o no?  LUIS: Porque te fuiste de clase de TIC porque no eras capaz de abrir un documento.  CARLA: Bueno, ¿nos dejamos de mierdas y nos preocupamos por lo importante de verdad? Si eso es una microcámara, entonces la foto que le enviaron a Leire fue sacada con eso. ¿Alguien sabe cómo poder ver el almacenamiento de eso?  LEIRE: Venga, don listo en tecnología, ¿no podrías mirar las fotos de esa cosa?  LUIS: Oye, yo no es que sepa mucho, solo me defiendo un poco. Los que sí que saben de esas cosas más son “el Enrique y el Esteban”.          ENRIQUE: No pienso pasar esos datos a mi ordenador. Lo siento, podría tener un virus o algo.  ESTEBAN: Pues yo si lo haré, pero espero que no le pase nada a mi ordenador.  ENRIQUE: Pues allá tú, yo no me arriesgaba.

Ese mismo día, pero ya fuera del instituto, en la casa de Esteban, los amigos se disponen a ver el almacenamiento de la cámara. Esteban conecta la microcámara a su ordenador. Sale la ventana de dispositivo nuevo conectado. Esteban mueve el ratón lentamente y clica en ver almacenamiento.  De repente, salen muchas fotos, las cuáles eran de las seis personas que se habían suicidado.            Leire comienza a alarmarse y se empieza a mover por la habitación nerviosa, por lo que Carla trata de calmarla.

ESTEBAN: Ostras. Son fotos de los que se han suicidado. Hay muchas fotos.  CARLA: No son solo fotos de esas personas, sino que hay también muchas fotos de Leire, aparte de la foto del otro día.  LEIRE: Y eso que significa.  LUIS: Podrías ser tú la siguiente.  CARLA: Pero que cosas dices Luis.  ENRIQUE: No, tiene razón. Alguien está detrás de todo esto, y de todas las personas que hay en esas fotos, la única que está viva es Leire.  ESTEBAN: No exactamente, aquí hay fotos de otra persona que no está muerta. No me suena que sea de los seis suicidados.

Carla reconoce a la persona al instante, y habla mientras señala a la pantalla del ordenador.

CARLA: Yo sé quién es. Se llama Jorge, está en nuestra clase de arte.  ESTEBAN: Ah, sí. ¿El drogadicto?  CARLA: Sí, ese, el que siempre se sienta atrás en clase y no habla nunca.  ENRIQUE: Bueno, no hablará en clase, pero cuando lo veo por ahí de fiesta no es muy callado.  ESTEBAN: Pero eso es porque se mete un montón de mierda para envalentonarse. Ese tío realmente es un huevo de tímido.  CARLA: Bueno, lo importante. ¿Por qué ese chaval también está en las fotos? ¿Es otra próxima víctima?  LUIS: No sé si se les puede llamar víctimas, ya que ellos no han sido asesinados, sino que ellos mismos se han quitado la vida. Pero, por otro lado, sabemos que alguien está detrás de todo esto. Entonces no tiene sentido. ¿Son asesinatos camuflados de suicidios?  CARLA: Yo aún sigo con mi pregunta, ¿por qué sale en esas fotos? ¿Es el siguiente?

Leire sigue asustada, temblando.

ENRIQUE: ¿Y si no es el siguiente? ¿Y si es el culpable?  LUIS: Tu eres imbécil. ¿Por qué el asesino tendría fotos suyas en la cámara que usa para espiar a sus víctimas?  ESTEBAN: Pues no sé, pero podría ser él.    CARLA: Leire, tranquilízate. A ver chicos, creo que deberíamos hablar con la policía, y contárselo todo.  ENRIQUE: ¿Estás loca? Haberlo pensado antes de coger la microcámara sin pensar. Si hablamos con la policía, ¿qué crees que pensarán cuando vean que nosotros tenemos todas estas fotos? Pensarán que tenemos algo que ver.  CARLA: Lo que dices no tiene ningún sentido. Les diremos la verdad.  LUIS: Igual tiene razón Enrique. No deberíamos precipitarnos.  CARLA: Jopé, ¿estáis tontos o qué pasa? ¡La vida de Leire podría estar en peligro!  LEIRE: No te preocupes Carla, no quiero que os ocurra nada malo por mí.

Son las siete de la tarde. Leire vuelve a su casa, tras haber visto las fotos de la microcámara en la casa de Esteban.     En casa de Leire, sus padres hablan con ella mientras están preparándose para ir a alguna parte.                    El padre se despide de su hija con un abrazo y se va por la puerta. A continuación, su madre le da otro abrazo y se dispone a salir por la puerta.      La madre cierra la puerta y se va.

MADRE: ¿Estás segura de que quieres quedarte aquí? En la boda de mi primo habrá buffet libre.  LEIRE: No mamá, no tengo muchas ganas de salir ahora, además casi no conozco a tu primo.  MADRE: ¿No vas a hacerle compañía a tu madre?  LEIRE: Mamá, no me vengas ahora con esas. ¿Qué pasa con papá?  PADRE: Venga, voy a ir arrancando el coche. Hasta luego hija.    MADRE: ¿Y qué vas a hacer?  LEIRE: Veré alguna peli. Venga, hasta luego.  MADRE: Adiós.

Leire está viendo la película Instinto Básico en su móvil.        Leire se empieza asustar. Quita la película de su teléfono y se dispone a irse a su cuarto. Enciende la linterna del móvil y apaga la luz del salón donde se encuentra. En cuanto enciende la linterna del teléfono...  Ve una silueta en la oscuridad de la otra habitación. Leire se asusta, y corre hacia su cuarto. Trata de llamar a su amiga Carla, para hablar con alguien, pero no responde al teléfono... Llega a su cuarto, y se acuesta con las luces encendidas de su habitación. En la oscuridad de la puerta parecía seguir habiendo una silueta de una persona, que no se mueve. Finalmente, Leire se duerme.    Al día siguiente, en clase de filosofía, Carla y Leire están observando a Jorge, ya que este se comporta de forma extraña. Parece hablar solo y temblar.

Comienza una música ambiente de suspenso.  Se oyen susurros.  LEIRE: ¿Hola?  Más sonidos extraños y susurros.            Música de suspense in crescendo y sonido fuerte.

El profesor de filosofía se dispone a poner un vídeo.    El profesor apaga las luces, y baja las persianas para poner el vídeo, y al apagar las luces Jorge comienza a gritar y llorar, sale de clase corriendo, sube unas escaleras que llegan a la azotea del centro, y desde allí salta, muriendo al golpear su cabeza con el suelo.  Todos en la clase quedaron horrorizados.        Esa tarde los amigos están en el parque.                  Al día siguiente, muchos periodistas se encontraban en la puerta del centro.

PROFESOR: Vale chicos, vamos a poner un vídeo, y me gustaría que estuvierais muy atentos.        JORGE: Haz que pare. Haz que pare. No, no por favor. (Gritos)                    LUIS: Bueno, ahora solo queda Leire con vida. ¿Qué hacemos?  ENRIQUE: Lo que sí que ahora no podemos hacer es llamar a la policía.  CARLA: Por cierto, Leire, tengo una llamada perdida tuya de ayer, ¿querías decirme algo?  LEIRE: No, nada, era una tontería.    ENRIQUE: Ya están los tontos estos con sus reportajes.  LUIS: Ya, pero viven de estas cosas, ¿no?

Los amigos están en casa de Esteban viendo las noticias.                                          Los amigos se quedan perplejos. Esteban apaga la televisión.            Enrique está pensativo.

NOTICIERO: Se están viviendo tiempos difíciles en la ciudad de Ayamonte. Siete alumnos del instituto Guadiana se han suicidado en los últimos dos meses. ¿Pero estas muertes podrían ser realmente suicidios o asesinatos camuflados? Pues les informamos de que parece ser lo segundo.  LUIS: Espera, ¿qué ha dicho?  ESTEBAN: Calla.  NOTICIERO: Un anónimo nos mandó un mensaje diciendo que buscáramos en un lugar específico del instituto, y así lo hicimos. En dicho lugar encontramos una microcámara en la que hay fotos de todas las víctimas. Parece que alguien está detrás de todo esto, pero el centro no está de acuerdo con suspender las clases.  CARLA: Si tienen las fotos de las víctimas, significa que saben que...   LEIRE: Soy la única que sigue con vida.  LUIS: Mañana lo más probable es que vayan a hablar contigo.  ESTEBAN: Enrique, ¿qué piensas?

Enrique mira a los demás con desconcierto.        Los amigos se quedan pensando.              Día siguiente. No hay ningún periodista, lo que extraña a los amigos.                  Pasan varios días, y no ocurre nada fuera de lo común.  El viernes, en el recreo.

ENRIQUE: Hay otra cosa que me calienta más la cabeza.  LUIS: ¿El qué?  ENRIQUE: ¿Por qué el asesino querría que media España supiera que no son suicidios normales, sino que hay alguien que los planea?  ESTEBAN: De hecho, no solo eso. Si pensamos bien, él nos envió la foto del banco. ¿Y si lo que quiere es que lo encuentren?      ENRIQUE: Que raro que no hayan contactado contigo, Leire.  LEIRE: Pues ahora que lo dices...Si que es raro.  LUIS: Igual es que el asesino no quiere que nadie sepa quién va a ser su próxima víctima.  CARLA: Es verdad... Pero nosotros sí sabemos quién será.      LEIRE: Oíd chicos. ¿Os apetece que hoy veamos alguna peli en mi casa? Mis padres van a salir, y tengo la casa toda para mí.  CARLA: Por mí bien.  ENRIQUE: Va  LUIS: Yo creo que si puedo ir.  ESTEBAN: Yo me iba a pegar un viernes de FIFA, pero venga, vale.

De noche, Leire está esperando a sus amigos para ver la película en su casa mientras ve vídeos en su móvil. Enciende la televisión, para elegir la película. Leire se gira, mira a la ventana y hay una silueta. Alguien la observaba por la ventana.    Leire comienza a alterarse, sube las escaleras y cambia de habitación para ver si puede distinguir mejor la silueta, pero no. Vuelve al salón, pero mira por la ventana y la silueta ya no está.        Leire comienza a andar por la casa a oscuras, solo con la luz de su móvil.     La silueta seguía apareciendo desde distintos lugares de la casa en la oscuridad. Leire sube corriendo las escaleras y entra en su habitación aterrorizada. Mira la ventana, con preocupación. Observa el tendedero que cuelga de su balcón.

Sonido fuerte. Música de horror.    LEIRE: Luis, ¿eres tú con tus bromas? ¿Hola?                  Ruidos y susurros.  LEIRE: (Grito) Jopé, chicos, llegad ya, por favor.    La música y las voces aumentan su volumen, cada vez más y más...  LEIRE: Que pare...

Esteban, Luis y Carla están llegando a casa de Leire.            Llegan a casa de Leire, y se encuentran a Enrique petrificado mirando hacia el balcón de Leire.   Se ve la cara horrorizada de los amigos. Se ve una sombra provocada por una farola en la que se aprecia la silueta de Leire ahorcada con el tendedero colgando de su balcón.    Los amigos llaman a la policía por teléfono.        Días después, se ven secuencias de los amigos hablando con la policía, los padres de Leire llorando, su funeral. Se entiende el paso del tiempo. No se llega a saber quién es el culpable.

CARLA: ¿Creéis que Enrique habrá llegado ya? Dijo ya hace tiempo en el grupo de WhatsApp que iba llegando.  LUIS: A ver, a nosotros tampoco nos falta tanto para llegar, si es esa de ahí.      CARLA: Enrique, ¿estás bien...(Grito)       LUIS: Joder.      ENRIQUE: Acabo de llegar, y no sabía que hacer (entre lloros)      Música de horror            Música triste y melancólica.

 

La historia de los ocho suicidios se hace muy popular en toda España. Ya no ocurría nada, no más suicidios. El culpable había acabado con todos los que había elegido. Los amigos estaban destrozados.    Noticiero de televisión.                                    Los amigos de Leire están viendo este noticiero, y se quedan atónitos.

NOTICIERO: Espectadores, en este día traemos algo único. ¿Recuerdan el caso de los ocho alumnos del instituto de Ayamonte que se habían suicidado en menos de dos meses? Hoy hemos recibido un paquete anónimamente enviado en el que había un escrito que dice expresamente que lo leamos aquí en directo, y parece tener que ver con el caso de los suicidios. Dice que es el culpable de los suicidios, y que a cambio de que leamos sus escritos en directo, semanalmente nos enviará un nuevo escrito y que al final nos revelará su identidad. Cuenta que hizo todo esto para ser famoso, crear su propia historia, salir de la mediocridad y de lo común.

El noticiero continúa contando lo que viene en el escrito.                                    Los espectadores están sorprendidos, sobre todo los cuatro amigos.    Pasan las semanas y los noticieros en los que se especificaba un poco de cada persona a la que impulsó a suicidarse. Llega el último día de información. Toda España está nerviosa y ansiosa. Hoy se desvelará quién es el culpable.

Música piano suspense.  NOTICIERO: Cuenta que irá contando semanalmente como llevó a cabo cada muerte. Explica que al parecer estuvo, mediante cámaras y observación, estudiando quienes eran más débiles mentalmente, quienes tenían conflictos en sus vidas, quienes eran fácilmente manipulables... Les sometió a mensajes subliminales mediante un programa informático que le daba acceso a sus teléfonos, los cuales les harían enloquecer, hasta el punto de escuchar voces, ver cosas que realmente no había, hasta que era tanta presión que acababan quitándose la vida.

Comienza el noticiero.        El hombre del programa abre el sobre donde está el escrito.                    El público queda estupefacto.                                  Las personas miran la televisión con rareza.

NOTICIERO: Espectadores, hoy, como ya todos sabemos, es el último escrito, del caso, que según el culpable será enviado. Dice así...  MÚSICA TÉTRICA.    NOTICIERO: Voy a leerla tal cual. “Estimados seguidores, parece que habéis seguido mis instrucciones al pie de la letra, por lo que cumpliré mi parte y revelaré mi identidad como prometí, pero antes, he de decir una cosa... Los paquetes han sido enviados de forma programada, ya que, en estos momentos en el que confieso mi culpabilidad, estaré muerto.  ¿La razón? Simplemente no quiero soportar la presión social a la que me someteríais. Los procesos judiciales, la pena y la decepción de mis padres.... Sé que les haría daño verme en esa situación, y a mí también. No es fácil intentar quitarme la vida, por lo que me he sometido a mis mensajes subliminales, sabiendo las consecuencias. También quiero resaltar que no tengo nada en contra de las siete víctimas, pero sus muertes eran necesarias para mi historia.  Finalmente, quiero pedirles perdón a mis padres por el daño que les he causado y también quiero mandar un último saludo a mi público, y especialmente a mis amigos, Carla, Enrique, Luis y Eduardo.  Un placer, Leire”.